sábado, 31 de diciembre de 2011

2011

Empezaste con una oración, con la determinación de ser un año maravilloso, el mejor de mi vida. Se suponía que me trajeras mucha felicidad, que fueras un año lleno de ilusiones, de cambios emocionantes....

Terminaste siendo el año más desilusionante de mi vida... Me defraudaste... Alineaste las peores circunstancias en mi contra, y cometí errores que jamás pensé. Me heriste, mucho, muy fuerte. Pensé que no tendrías fin, que la tristeza, el dolor, la culpa horrorosa no se acabarían nunca. Me hiciste dudar de todo, destruiste tanto! Y pues... No me quito responsabilidad. Las cosas resultan ser consecuencias de decisiones. Pero jamás pensé que pudiese terminar todo tan mal. La culpa es una cosa horrible. Te impide levantarte de donde estás...

De todos modos, quiero que sepas... Me diste duro, 2011, pero gracias a Dios, no acabaste conmigo. Acabó por ser el año más duro de mi vida, pero también el año más determinante hasta ahora. Me enseñaste tanto. Me obligaste a conocerme mejor, a confrontar lo que hacía tiempo no quería confrontar. Me pusiste de frente con mis miedos, e intentaste derribarme, pero hubo gente que no me dejó sola. Olvidaste que tengo una familia increíble, que son el mejor amor que he conocido. Olvidaste que tengo un batallón de amigas que me protegieron, me hablaron claro, me ayudaron a levantarme, y me amaron como sólo una amiga (que es una hermana!) puede amar. Olvidaste que tengo un corillo de amigos fieles que me hacen reír y me aman como soy. Olvidaste que estoy clara del llamado a servir que siento en mi corazón, que desde niña he tenido un sentido de responsabilidad muy fuerte con esa misión, y que eso es una fuerza motriz en mi vida. Olvidaste que tengo unos maestros en la calle, esos que algunos les dicen 'deambulantes', que constantemente me hacen un 'reality check', que me despojan de lo no-esencial y me ayudan a valorar lo que realmente es importante. Olvidaste que tengo una comunidad de fe que no me empuja ni me ajora, sino que me ama, me da espacio, me ayuda a crecer y me hace sentir valorada. SOBRE TODO, olvidaste que tengo un Jesús que no me deja, aún cuando yo quiero dejarlo, que se hace presente en mi vida hasta en el booth de las frisas hoy en Walmart, hasta en el anfiteatro donde cojo clases, hasta cuando guío, y especialmente cuando ando hundida en mis errores. Olvidaste que de esa fe se deriva una fuerza sobrenatural para enfrentar circunstancias adversas con fortaleza y sabiduría.

So sí... No se cumplieron algunos sueños, perdí cosas muy importantes... Cosas que consideraba vitales... Gente que consideraba vital... Herí a personas que amo, intenté huir... Me justifiqué en mis errores, fui terca... PERO "...Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente" (Gen. 50:20), empezando por la mía. En resumen, todavía estoy aquí. Media coja pero más fuerte. Con más cicatrices pero más sabia. Con más canas pero con más maña, jejeje. Firme en la fe, ardiendo de ganas por amar más a la gente, por ser las manos y pies de esas Buenas Noticias que conocí a los 14 años y que me siguen salvando todos los días...

However... 2012... por favor pórtate un poquito mejor!!!! jejejeje.

FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

Por último, todo el mundo que esté pasando por tiempos duros, les recomiendo este album. Fue el album de mi año. Me habló en una cantidad indefinida de veces. Se los recomiendo. ---> Beauty Will Rise, de Steven Curtis Chapman

----------------------

Juan 8:1-11Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?" Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella." E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

1 comentario:

  1. Me encantó ésto! en parte pq me pude relacionar, pero por otra, pq tu honestidad me tocó.

    ResponderEliminar