jueves, 14 de abril de 2016

Job 3


Varios meses más tarde, aún no quiero abandonar el proyectito de 'bloguear' sobre cada capítulo del libro de Job. 


La verdad es que he leído este capítulo varias veces, y es principalmente Job quejándose. Y en verdad me gusta que Job se queje. ¡Se merece poder quejarse! Lo que le ha pasado está brutal, y no pudiese ver a Job como un ser humano de carne y hueso si no se quejara. 

Pero aparte de eso, hay un versículo que realmente me habló y me sigue hablando. 


En Job 3:25, Job dice las siguientes palabras: "Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió." 


Me identifico tanto con estas palabras.


Por un lado, mil veces a lo largo de los últimos años de mi vida he dicho y hecho cosas que en otro momento prometí nunca hacer. Leí una cita hace poco que decía, "Debe ser maravilloso tener 17 años y saberlo todo sobre la vida". Y me remonto a 10 años atrás en mi vida, y entiendo por qué no le caía bien a mucha gente, jeje. Lo mejor y lo peor que me ha pasado en la última década es aprender a callar más, a no pretender que tengo el sartén agarrado por el mango. Ciertamente, todo lo que pensaba conocer, ahora lo desconozco. Me han pasado muchas cosas a las cuales le huía, y posiblemente mi mayor temor (enfrentar la vida sin mi mamá) ahora es una realidad. 


Creo que es parte de crecer, pero ouch. Qué mucho duele. No le desearía esto a nadie. Mentira, la verdad es que quisiera que esto le hubiese pasado a cualquier otra persona excepto a mí. ¿Cómo se supone que enfrente la mayoría de mi vida sin mi persona más esencial? ¿Cómo es que pudimos compartir tan pocos años? Y ni hablar de todos los temores que despierta su partida, con respecto a mi propia vida y mi propia salud. 


A Job también le tocó vivir esto. Le tocó enfrentar perderlo todo, sin saber cómo sería el final de la historia. Y no sé por qué, el que exista ese versículo en la Biblia me hace sentir mejor. Me alivia de la tensión de sentir que lo malo que me pasa es mi culpa, que me merezco esto, que la gente que ama a Dios vive vidas felices siempre. Job estaba bastante miserable, y la verdad es que no había hecho nada que provocara estas consecuencias, al menos que sepamos. Y en verdad yo también me siento bastante miserable muchas veces. Hoy van nueve meses sin ella.


Pero. 


Siempre que pienso en este versículo, también me vienen a la mente tantos otros, y no puedo evitar terminar dando gracias a Dios, e intentando seguir poniendo mi confianza en Él. Aquí van esos versículos:




Salmo 27:10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen,

    el Señor me recibirá en sus brazos.

Salmos 126:5 El que con lágrimas siembra,  

  con regocijo cosecha.

Apocalipsis 21:4 El les enjugará toda lágrima de los ojos.


Salmo 91:4 Pues te cubrirá con sus plumas
    y bajo sus alas hallarás refugio.


Mateo 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 





¡Y hay tantos más! Sigo caminando. 

1 comentario:

  1. Llegué de casualidad... Hay un libro (Metafísica de los tubos), donde una chica sufre porque cree darse cuenta de una gran verdad "lo que te ha sido dado, te será arrebatado". En el caso de ella, Job es tomado como aquel que se conforma con aquello que le dan de reemplazo. Yo no seré como JOb, alega la niña... no ante nuevas tierras, animales o personas amadas... También hay algo humano en eso. En mi caso siento que Job pierde eso hacia el final de su historia. Gana otras cosas claro, pero ya ni sé si es Job. Que todo ande bien.

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