miércoles, 30 de marzo de 2011

Sobre los cambios (parte 2)...

EL CABALLO DISTROFICO: junto con lo único que hablaré por el momento sobre los 'cambios'

Mi vida está cambiando mucho.... Tristemente hace un mes, tuve una pérdida enorme... Las cosas no funcionaron como nos hubiese gustado, y el desenlace no fue para nada el esperado, por ninguna de las partes... Muchos días, me siento con el corazón roto... Otros días tengo coraje, principalmente conmigo misma, por no haber arreglado algunas cosas a tiempo... Pero en verdad, el tiempo dirá cuál será el final de esta historia. Por el momento, se cerró un capítulo que, aunque difícil, fue hermoso, y le agradezco a Dios por vivirlo... Aprendí muchísimo.


Hoy me toca emprender un viaje nuevo. A veces contemplo el camino por delante con optimismo, pero otras veces me da miedo y muchísima inseguridad caminar.. ¿Lo haré bien? ¿Sabré tomar decisiones sabias? ¿Perderé el enfoque? Por otro lado, admito emoción al pensar en las posibilidades. ¿Qué traerá el futuro? ¿Cuántos proyectos nuevos emprenderé? Esos momentos de luz son los menos, pero poco a poco irán siendo más. Por el momento, lo que me toca es actuar con la mayor madurez que puedo acumular, y enfocarme en el presente...

En verdad hay una canción mega cliché de Mariah Carey que siempre me ha gustado, "Butterfly". En el video hay una parte que sale un caballo corriendo libre por el campo, mientras ella canta una línea sobre la relación entre la salud del espíritu y la libertad (al menos así la interpreto). Por este momento, de verdad... escojo mirar esta nueva etapa como una que traerá salud... bienestar... a la mente, al corazón... Y aunque es difícil dejar ir lo que se ama, en realidad lo hago en paz y con lágrimas de agradecimiento por lo bueno de lo que vivimos..

So, nada.. Les incluyo el dibujito del caballo. El cuerpo quedó medio desproporcionado y algarete, por un error de cálculo al medir las proporciones, pero mi clase de Fisiología me impide ponerme a volver a hacerlo. Mucho estoy haciendo con comprometerme a escribir aquí.

También les incluyo un link a la canción AQUI , por si quieren cortarse las venas un poquito, jeje. Ahora, prométanme que después de escucharla, no van a seguir nadando en la pena... Quizás me digo eso principalmente a mí misma también... So nada, me permitiré escuchar la canción, y que se me salgan dos o tres lagrimitas, pero después a limpiarse y a seguir... Que no hay mejor sensación que sentir el viento en la cara de uno mientras corres a toda velocidad hacia el horizonte :)

martes, 29 de marzo de 2011

El señor doctor...

DIBUJITO DE AYER- Señor Doctor.


Entre otras cosas intensas que están pasando en mi vida, quería compartir la visita que tuvimos un grupo de estudiantes con una persona importante en nuestra institución académica. Queríamos expresarle nuestro deseo de servir a la comunidad, y los planes que hemos ido gestionando para proveer a los estudiantes de oportunidades y foros donde ejercer su vocación de servicio. Pensábamos nosotros que, estudiando en la escuela del estado, había un compromiso compartido de educar a profesionales que tengan un interés de devolverle al país su inversión.

Qué sorpresa nos llevamos... El señor doctor, muy amablemente, nos dejó saber que debíamos dejarnos de ilusiones, que nuestro enfoque ahora mismo debe ser salir lo mejor que podamos en nuestras clases para darle mayor prestigio a la institución, y que uno no siempre puede lograr en la vida todo lo que se propone... Entre todos, le respondimos al señor doctor, con esa misma amabilidad, que agradecíamos su sinceridad, pero que con todo el respeto, ni el ni nadie nos va a quitar las ganas ni los sueños ni la intensidad de nuestro compromiso con el país. Voy a limitar mis comentarios con respecto a los otros pormenores de la conversación, pero quiero aprovechar el espacio para reflexionar sobre este asunto...

¿Qué rayos le pasó a esta gente? ¿Algún día me convertiré yo en una vieja de espíritu, con poca esperanza en la humanidad? Aclaro que lo de ese señor es vejez espiritual, porque conozco suficientes personas bastante entradas en edad que conservan aún la intensidad y la ilusión que los mantiene vivos, y bueno, jóvenes en un sentido... De igual forma, conozco otras personas jóvenes, posiblemente graduados de las mismas escuelas que el señor doctor (perdón, no lo pude evitar), que también son un chorro de viejitos en el corazón, que prefieren 'aceptar la realidad' y 'no tratar de cambiar el sistema'. Pobrecitos de ellos...no saben lo que se pierden!!

¿Cómo es que con una facilidad enorme se descarta la pasión por el servicio como mero altruismo, o buena intención? Señor doctor, lo que sentimos es mucho más que pena, mucho más que compasión.. Lo que tenemos es compromiso por hacer nuestro país mejor, por compartir con gente que le ha tocado vivir una realidad muy distinta a la nuestra, por dejarnos enseñar de esas otras experiencias de vida...!! Quizás es que la vida nunca le dio oportunidad a exponerse, o quizás nunca se permitió a sí mismo eso... Quizás hizo lo mejor que pudo, y llegó hasta donde sus prejuicios le permitieron... No debo tener coraje... ¡Pero tampoco vamos a dejar que nos aplasten las ganas!

Por último, reflexiono sobre la batita blanca que tenía puesta el señor doctor... Para muchos, la batita tiene significados positivos, y quizás logran que tenerla puesta no les haga creerse demasiado maravillosos.. Pero para mí, la batita es casi como la sortija de "The Lord of the Rings"... Esa cosa codiciada que posee a la gente, y que los semi-ciega. Uno los ve hasta en la fila de Burger King con la bata (y con el estetoscopio guindao' del cuello), como si se les olvidara lo que aprendieron en la clase de Microbiología (bata arrastrándose por todas partes = petri dish enorme para infecciones). Les digo, yo me la pongo cuando es estrictamente necesario, y me la quito tan pronto puedo. No quiero correrme el riesgo de que se me suba a la cabeza esto de la medicina... Que al final del día, se trata tanto de sanar, como de ser sanado...

En resumen, señor doctor (y con usted, todo el sistema burocrático que representa), muchas gracias por sacar de su tiempo para escucharnos. Gracias a Dios, no dependemos de su permiso para ir a hacer lo que queremos hacer.




lunes, 28 de marzo de 2011

Cambios, todo cambia..


mi vida está pasando unas transiciones interesantes. aún ando digiriéndolas, pero está cambiando más rápido de lo que me da tiempo a digerirlo todo.

hoy llegué a casa de la universidad, luego de un día cargado, y me puse a dibujar. estuve pensando en lo que trajo el día, en la reunión con el decano de medicina (quien con una sonrisa nos dijo que estamos soñando con pajaritos preñados por querer lograr proyectos de servicio con nuestra clase), en la clase de renal (a la cual me fue imposible atender), en lo que mandé a pedir online (ropa que no necesito, pero que para ahogar las penas, compré), y en todo lo que fue y ya no es, y lo que es, que antes no era... en resumen, el enredo usual de todos los días...

en medio de todo intento hablar con Dios, ver si él me oye. so far, no mucho feedback de su parte, pero bueno, eso no me va a hacer perder la fe...

buscando qué dibujar, me topé con una fotografía de un zapatito cómico, y decidí intentar replicarla...

me quedó medio algarete. no está perfecto. no sé dibujar bien. don't get me wrong, AMO dibujar y amo el arte, pero no le tengo la paciencia como para poder hacer cosas bien hechas, so i make do con mis doodles, que me satisfacen bastante.

hice el zapatito cómico. lo dibujé con pasteles y mis dedos. me satisface mirarlo, jeje :)

y es que me parece una metáfora muy cool de mi vida actual. es un reguero. todo está bien negro alrededor. yo no tengo muchas ganas de pulirle las imperfecciones. estoy demasiado cansada e impaciente para eso, pero whatever. sigo caminando, sigo tratando, componiéndome de nuevo, redescubriéndolo todo....

aquí (ARRIBA) los dejé con una foto del zapato. está bien funky, just how i like it. espero que les sirva de recuerdo para hoy del consejo de la sabia Dory en Finding Nemo, "just keep swimming". aunque a veces es necesario e importante detenerse, por nada del mundo se puede quedar uno detenido. ¿acaso recuerdan la historia de la liebre y la tortuga?

mañana, ponte tus zapatos más gufeaos, y vive, que la vida es de los que intentan, y más aún, de los que persisten.


y, why not?--> un chin-chín de biblia-ness para todos, porque en verdad me gusta este pasaje :) --> Lee aquí!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Un tremendo viaje Nerd/Científico/Artístico/Sentimental

The scientist does not study nature because it is useful; he 
studies it because he delights in it, and he delights in it because 
it is beautiful. If nature were not beautiful, it would not be 
worth knowing, and if nature were not worth knowing, life would not 
be worth living. – Henri Poincaré, mathematician, physicist, theoretician.

La cita que aparece aquí arriba me gusta mucho. Me parece que debe ser un recordatorio constante y un punto de partida para todos los que de alguna manera u otra practican la ciencia (o critican la ciencia). Me explico.

Cuando empecé en la Universidad, vivía el dilema gigante de no saber exactamente qué quería hacer con mi vida exactamente. Deseaba hacer algo útil, algo que de alguna manera u otra mejorara la calidad de vida de la gente. En ese proceso, decidí estudiar biología sabe Dios por qué razón. De inicio, lo hice puramente porque era la única manera en que pensaba que tendría la oportunidad de ser médico, algo que por muchas razones me interesaba. No obstante, en el proceso, mi visión fue cambiando.

Releyendo la cita, reflexiono en los pasados años de mi vida. Para mí, esa división tan obvia entre las humanidades y las ciencias cada vez se fue haciendo más difusa, hasta que ahora no puedo concebir que sean dos cosas tan opuestas. Me fui dando cuenta que había arte en la física, que había muchísima belleza en la biología, y en la matemática y en la química y en todo. Imagínense, no fueron pocas las veces que estaba en una clase de Inmunología o de Biología del Desarrollo y casi se me formaba un nudo en la garganta ante la emoción de lo que estaba aprendiendo.

Como bióloga, siento que me mueven principalmente dos cosas. Primero, me mueve una curiosidad gigantesca. Creo que nunca la superé de niña, y siempre me gusta saber el por qué de todo. Segundo, me mueve un profundo sentido de asombro por la naturaleza. No puedo evitar quedarme boquiabierta ante tanto detalle, tanta perfección. No puedo evitar sorprenderme ante la capacidad asombrosa de adaptación y de evolución de las cosas vivas. Más aún, no puedo evitar preguntarme de dónde habrá surgido todo, cómo habrá empezado. Quizás porque toda la vida he crecido apegada a la creencia en Dios, pero no puedo evitar pensar que tiene que existir un elemento sobrenatural en todo esto. Llámalo como tú quieras.

De este modo, cuando miro por un microscopio una celulita moviéndose, o las estomas de una hoja en todo su detalle, o una diatomea, o la complejidad de un tejido del cuerpo humano, no puedo evitar emocionarme y sentir que estoy ante una gran obra de arte.

Disclaimer

“Una paja mental es aquella serie de pensamientos que no lleva a ninguna conclusión y que no es productiva, es decir, imaginarse algo que nada tiene que ver con la realidad y jugar con ello.” - http://vampirow.blogspot.com/2005/04/paja-mental.html

(Un poco más de información: http://es.wiktionary.org/wiki/paja_mental)

Aparentemente en algunos lugares, una paja mental es algo bastante vulgar. Búsquenlo por Internet, jeje. De todos modos, le puse el título al blog más por la línea de la definición de aquí arriba. Sólo quería explicarlo :).

jueves, 2 de septiembre de 2010

Haití, Belleza, Estética, Paja Mental.

Hace unos meses fui a Haití. Fue un viaje que transformó mi vida de muchas maneras. De hecho, de las primeras cosas que postié aquí fue una carta que le escribí a una amiga/profesora de Haití justo al regresar de allá. Hay algo que he andado pensando desde que regresé, y que he estado ‘escribiendo’ en mi mente, para luego plasmarlo en este espacio. Les explico.

Recuerdo que cuando estaba en cuarto año de escuela superior, la maestra de español nos estuvo hablando por algún tiempo de las distintas escuelas de pensamiento sobre la estética y la belleza. Algunos teóricos, particularmente de corte más tradicional, entienden que para que algo tenga valor estético, y sea considerado ‘bello’, debe seguir un patrón bastante rígido y estricto de criterios establecido anteriormente por otros teóricos más viejos que ellos. Otras visiones más contemporáneas proponen que lo ‘bello’ se deriva de aquello que causa una sensación de placer en el espectador. El punto es que por los siglos de los siglos, los humanistas andan debatiéndose cuál de tantas formas es la correcta. Sin embargo, excepto por círculos posmodernos bastante académicos y exclusivos, me parece que la visión popular de la belleza es una mezcla entre esas vertientes que menciono. Algo que es ‘bello’ sigue un patrón predeterminado y genera en nosotros una sensación positiva de alegría, de placer, de bienestar. Yo considero bonito un ‘landscaping’ bien pulido, con las florecidas perfectamente colocadas, y la grama bien cortadita. Considero hermosa una casa recién pintada y remodelada, una mujer con cada cabello justo en su sitio. No me atrevo a bajarme del carro en algún sitio a menos que esté ‘decente’, porque si no, asumo (y posiblemente, asumo correctamente) que me van a juzgar por no andar como se supone. Ustedes se estarán preguntando qué tiene todo esto que ver con Haití, así que prometo ir al grano.

Para mí, ir a Haití fue una invitación a reconsiderar mis paradigmas de la belleza. Lo que había visto del país son las fotos que salen en el periódico, en la revista TIME, todas fotografías que de alguna forma mitifican la realidad que se vive allí. De ninguna manera las fotografías se comparan con la experiencia de estar allí y de visitar el país.

Tan pronto salimos del avión, nos topamos con un calor intenso, con el revolú de agarrar los motetes y con una masa de personas solicitando nuestra atención al salir del aeropuerto. Teníamos que movernos rápido, cargar como pudiésemos nuestras maletas, porque había que llegar al vehículo lo antes posible. La desesperación de la gente era grande, y aún meses luego del terremoto, no era seguro quedarnos demasiado tiempo por la calle con todo el equipaje. Al montarnos al carro, quedamos inmersos en el tapón de todos los días de Port-Au-Prince. En cada espacio libre que veía desde la ventana del carro, se asomaba apretujado un toldito o una caseta donde antes había habido un edificio o un espacio de grama. Por momentos, hasta vimos casetas en los islotes que separaban los carriles de ir y de venir. Nos dijeron que no habían tantos escombros como habían justo después de la tragedia, pero a mis ojos occidentales, adoctrinados a considerar la belleza como un sinónimo del orden, aquello era un desastre, un verdadero desastre. Los ríos contaminados hasta más no poder, la basura y el mal olor por todas partes. Para colmo, quise ser brava y me lancé al viaje sin mosquitero. Con el calor terrible que hacía por la noche, me desarropé… Error… Se podrán imaginar que al otro día, parecía que tenía varicelas de la cantidad increíble de picadas que tenía por todo el cuerpo.

No obstante, en medio de la obvia incomodidad de salir de mi mundo ordenado y ‘bonito’, me topé con una belleza que no conocía. Sentí que la vida, que Dios me retaba a mirar más allá, a encontrar valor y belleza en cosas que se salen de lo que yo previamente consideraba hermoso. A ver lo hermoso de una mujer cargando una canasta sobre su cabeza con una gracia, con una elegancia que yo no sería capaz de tener. A percibir belleza en un niño que se saca una sonrisa de oreja a oreja cuando te ve pasar. A permitirme ser conmovida hasta las lágrimas en ver a un barrio completo vestido con sus mejores ropas caminando por la calle y cantando canciones de camino a la iglesia. A disfrutar el placer simple de jugar con unas niñitas preciosas que no entienden ni papa de lo que tú les hablas, pero se esfuerzan porque entiendas lo que te dicen y te dan una bienvenida sincera y transparente a su mundo, a sus vidas (Mayushka, Gaillen, Princess, nunca van a leer esto, pero me cautivaron para siempre, y estoy loca por verlas de nuevo). Eso es vida. Eso es placer. Eso es belleza.

Lo que sale en la TIME, en el periódico, en la televisión, para nada se compara con lo que se vive en el país. La realidad es muy dura, la miseria es grande, la necesidad abrumadora, y la desesperanza una tentación muy grande. Sin embargo, si te permites a ti mismo sacudirte de tus ideas previas y prejuiciadas, descubrirás un universo de bellezas por descubrir.

No hace falta ir a Haití para hacer este ejercicio. No obstante, si deseas ser parte de lo que Iniciativa Comunitaria está haciendo en Haití, te invito a que escribas a abrazosparahaiti@yahoo.com. Ellos inaguraron hace poco el Hospital Corazón Alegre, para niños y niñas en necesidad de atención médica. Además, hacen clínicas ambulatorias alrededor de la isla semanalmente. No tienes que ser un estudiante o profesional de la salud, sino solo tener disposición, sensibilidad y amor para compartir.

Por si no sabes quién soy.

Siempre me ha gustado mucho escribir, pero se me hace difícil sacar espacio para sentarme, pensar… Mi vida está siempre tan llena de tantas voces, de tanto ajoro, de compromisos, y casi nunca me sobra el tiempo para darle rienda suelta a la creatividad y reflexionar sobre las cosas que suceden en mi país, en el mundo, y en mi vida. Por eso la idea de abrir este ‘blog’, para un poco auto-disciplinarme y permitirme sacar esos espacios tan necesarios. Espero que disfrutes las cosas que vaya posteando, y que te inviten a pensar y a seguir aprendiendo de la vida.

Un poco de mí: Mi nombre es Sahily Reyes. Nací y me crié en Puerto Rico. Tengo 22 años, y soy estudiante de primer año de medicina en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. Estudié mi bachillerato en biología, pero pensé por algún tiempo que quería ser maestra… Después pensé que quería ser psicóloga, después artista, después maestra de nuevo, y en resumen, una electiva en biología fue suficiente para capturarme para siempre. Tengo mucho interés en la investigación biomédica, particularmente en cosas relacionadas con comportamiento, adicción, enfermedades infecciosas, regulación de expresión genética—ay, es que me gusta todo!

Soy la menor de tres hermanos, la tía de tres maravillosos niños, la hija de los mejores padres del planeta, y la novia de un gran chico. Soy cristiana desde los 14 años, y por más que intento huirle a la religión y por más que peleo con mi fe, ha sido lo más constante que he tenido en mi vida desde entonces. Otro día les cuento más de eso, jeje.. Me fascina la música, y toco algo de piano. Me encanta el arte en todas sus manifestaciones: amo el teatro, amo el cine, amo la pintura, amo la escultura, amo la poesía, amo la literatura, en fin, me cautivan todas las formas de expresión humana. Desde que empecé en la Escuela de Medicina hace un mes, dudo un poco más de mi cordura, y estoy casi segura que tengo algún grado de déficit de atención y narcolepsia. Me apasiona el servicio, el compartir experiencias de vida con personas que viven realidades muy distintas a la mía, conocer gente que viven en mi mismo país, pero que han tenido que lidiar valientemente con situaciones que son inimaginables para mí. La vida (y Dios) me ha permitido trabajar de voluntaria en algunas organizaciones en Puerto Rico, y además de salir en viajes a otros lugares en el Caribe, para compartir en experiencias de servicio comunitario con diferentes personas. Sueño con combinar todo ese revolú de cosas que amo y hacer una carrera que combine todo. Amén. Jajajajaja.