domingo, 2 de octubre de 2011

De nuevo, en el bosque

NOTA: Comparto esta canción, una de mis favoritas en el planeta. El video está mega teca, pero escuchen la canción mientras leen. http://www.youtube.com/watch?v=BYq3YY3rK2c




Ayer fui al Yunque con Papi. Los que me conocen saben que es una cosa bien especial cada vez que tenemos break de fugarnos él y yo a este 'santuario' natural, y compartir entre silencios y conversaciones. Ayer fue uno de esos días especiales, místicos, profundamente espirituales. Llegamos y ya estaba lloviznando. Obvio, esto no es raro en el Yunque. Es un bosque lluvioso, y aunque en el resto de Puerto Rico esté súper soleado, ahí la lluvia es un fenómeno impredecible.

No sabíamos que lo que empezó como una llovizna se convertiría en una especie de Apocalipsis Lluvial, jajaja. En resumen, nos cayó la madre y el padre de los aguaceros encima.. Pero eso no nos detuvo, así que seguimos monte arriba hacia el tope. Pasaban muchas cosas por mi mente mientras subíamos, porque en ese lugar mágico siempre hay un junte de ideas, de sonidos, de imágenes que le suben el volumen a la musa y la creatividad.

Al comenzar a subir, no me estuvo raro que Papi me dejara al frente. Yo soy mucho más lenta que él, así que me cede ese 'spot' de 'pseudo-líder' para no dejarme súper arrollá e ir a la velocidad de la luz monte arriba mientras yo trato de no desmayarme detrás de él por la falta de condición física. No obstante, una vez empezamos a subir, y empezó a agudizar el aguacero, me dio esta semi-inseguridad de estar al frente. A pesar de que él me había dicho que me pusiera zapatos apropiados, me había ido en los peores tenis para el Yunque, así que se me resbalaban los pies cada dos minutos. Peor aún, no tenía sus pasos al frente para seguir. En mi mente, me preguntaba por qué él no decidía ir al frente para servirme de referencia en la subida. La lluvia seguía apretando y dejó de ser un aguacero intenso y refrescante, para convertirse en una mini-tormenta tropical, o al menos así me sentía. Ya me ardían los ojos de las gotas que me caían en los ojos, me temblaban las piernas del frío y me pesaba subir en contra del viento. Papi seguía detrás. Yo estaba resbalándome a to' lo que da, cruzando los riachuelos que ya estaban salidos de su cauce, y Papi nada que ver. Ni un aguaje de tomar la batuta.

Finalmente, llegamos a un cruce en el camino. Nos detuvimos. Tomamos agua. Descansamos y deliberamos si seguir caminando monte arriba o regresar. Ya en este punto habían truenos y relámpagos, y Papi aconsejó mejor regresar porque realmente no era seguro llegar al tope, por las antenas y la posibilidad de morir fulminados por un rayo. No biggie, jeje. Decidimos virar.

En esta ocasión, el hombre tomó el mando, y yo aliviada, porque al fin podría seguir sus pasos, saber más o menos donde pisar, y sentirme un poco más segura. JA! Que chiste... Acto seguido, arrancó monte abajo a toda velocidad, y yo atrás tratando de seguir su ritmo, sin caerme por el precipicio de las veredas. Osea, quiero dejar bien clara la imagen mental. Ya la vereda había dejado de ser una vereda, y era un río que nos quería arrastrar a una mayor velocidad de la que nosotros podíamos ir. En serio, ya aquí dejo de ser gracioso, especialmente cuando me di súper duro en un tobillo con una piedra en un resbalón. Pero a todas estas, Papi iba unos buenos 20 pies al frente mío y yo tratando de seguirlo. No era muy cool.

Cuando por fin sentía que nos acercábamos al final del camino, nos topamos con un tramo del trillo donde el río estaba completamente crecido, al punto que intentar cruzarlo era correr un pequeño riesgo de ser arrastrados por la corriente. Gente, prometo que no me lo estoy inventando, jaja. En ese instante, hicieron sentido todas las advertencias que siempre hacen de la gente que se queda perdida y varada en el Yunque, y me dije 'Wow, después de todo, estas cosas de verdad suceden'. Lo gracioso es que Papi se voltea a hacia mí y se suelta una carcajada. Yo no pude evitar sonreírme. Este es el tipo que me hacía ponerme bollitas en los brazos para nadar en piscinas de 3 pies. Este es el mismo que le compró Volvos 240 mega viejísimos a mis hermanos con tal de que tuvieran un carro súper seguro, el tipo que en las tormentas se pone histérico protegiendo la casa para que no nos pase nada. Ese es el mismo que tengo de frente ahora mismo muerto de la risa por la posibilidad de cruzar un río que nos puede arrastrar con fuerza muchos, muchos pies de altura. ¿Es en serio, Papi? De veras, me tuve que reír...

Y es que él estaba en su elemento. Ha ido al Yunque más veces que nadie que conozco. Se sabe esos caminos con los ojos cerrados. También es el tipo que me crió, que sabe lo que doy, de lo que soy capaz, y de lo que no soy capaz.... Ahí entendí un poco más lo que había pasado en el camino.. Mi papá sabe que aunque en el fondo, me creo todavía la nena de papá, ya tengo 24 años. Confía en lo que él sabe que me enseñó. Me dejó al frente en el camino, porque sabe que puedo hacerlo, aún cuando yo misma me creo incapaz. Se fue adelante en el regreso, un poco más rápido de lo que yo puedo ir, porque sabe que me está retando, y que sólo al intentar cosas nuevas le dibujo fronteras nuevas a mis limitaciones. Cuando llegamos al río, se detuvo a reírse porque #1 yo realmente creo que estaba asustado y estaba comprando un poco de tiempo a lo que pensaba que hacer, jajaja, pero #2 porque ante los retos de la vida, él me ha enseñado que hay que ampararse en el buen humor y hay que disfrutárselo porque son experiencias que no se van a repetir... Como me dijo mientras sacaba la cámara para fotografiar el río todo bravo que quería tragarnos vivos, "Sahily, es que ¿cuándo vamos a tener un momento como éste de nuevo?" Y es que CRISIS ---> OPORTUNIDAD :)

Sé que no todo el mundo ha tenido un buen padre.. Desafortunadamente, demasiada gente tiene la desdicha de no tener algún modelo a seguir en sus vidas. Y ósea, tampoco me malinterpreten. Mi papá está lejos de ser perfecto (él dice que sería aburrido ser perfecto, jajaja :P), pero aprendo mucho de él. Y ante el riesgo de ofender la sensibilidad de mis pocos lectores, jeje, tengo que reconocer que son en situaciones como los que vivimos el sábado que siento esa sutil voz dentro de mí que me recuerda que aunque me siento pequeña, imperfecta, y débil, es en el aguacero torrencial donde puedo descubrir dentro de mí una fuerza que me creía incapaz de tener... Que ese otro Papá (jaja, me quedó bastante religiosita la palabra, pero oh well :P) que tengo en Dios sabe hasta dónde llego, y sabe hasta donde estirar mis límites para no romperme, sino para hacerme crecer. Que a veces por errores que cometo o por situaciones de la vida, me enfrento a lluvias torrenciales que me impiden mirar hacia adelante. Pero que no puede faltar ahí el buen humor, el sentido de asombro ante la vida, el agradecimiento por lo que sí tengo, y la fe, que aunque pequeña, le he descubierto un nuevo atributo en meses recientes: inconmovible..

Nada, quizás Papi me dejó al frente al subir porque se quería tirar pal de peítos, y quizás se fue al frente a toda prisa al bajar porque estaba deseoso de regresar.. Pero prefiero pensar que no, jajaja. A pesar de que no llegamos al tope, creo que ha sido mi vez favorita en el Yunque hasta ahora. Otra lección más de la vida, de que llegar a la meta no es más importante que disfrutar y aprender del camino. Habrán otros días para llegar al tope, otras oportunidades para alcanzar la cima... Creo que en esta ocasión, la Vida y Dios querían decirme unas cuantas cositas que necesitaba escuchar, que eran más importantes que mi meta inicial.

Espero que los deje pensando un ratito. Y please, si van al Yunque, lleven ropa extra, que tuve que chuparme estar ensopá hasta varias horas más tarde que logré llegar a casa. :P

FIN.


Foto tomada por Papi ayer.

2 comentarios:

  1. Perdoname sis pero no pude evitar leer tu blog. Adoro tu manera de expresarte. Particularmente como desmenusas las experiencias y las pones en perspectiva con la gama de opciones a interpretar. I love it. Quiero que sepas que eres una piedra preciosa. Y que eres y seguiras siendo intrumento divino en la vida de muchos y me incluyo en esa lista. Me siento orgullosisimo de ser tu hermano. Y quiero que sepas que te AMO!

    ResponderEliminar
  2. My bro. Imagínate ese mensaje que escribiste, pero de mi pa ti! Es lo mismo que siento. TE AMO!! :) atentamente, yo y el taquito en mi garganta, jajaja.

    ResponderEliminar